(Costa Rica, 1969) Sociólogo con una especialidad en comunicación social. Docente universitario, investigador social y especialista en temas migratorios a nivel regional centroamericano.
Trabajó en FLACSO Sede Académica Costa Rica durante 10 años.
Fue Director del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional, en Costa Rica, en el periodo 2012-2017.
Ha Publicado
Programa de Mano (2008),
En Cuerda Floja (2014).
Amares (2014)
En Ninguno de tus mapas (2015)
VOSTOK (2016)
El Fin de los Días (2013)
Al Fondo del Corazón (2017)
Sobre el Origen de las Primaveras (2019)
Por Vivir en quinto patio (2017)
Ensayo Premiado
En 2019, lanzó un ensayo bajo el título “Permitidnos avanzar: Desplazamientos y trayectorias migratorias en la zona centroamericana”, en colaboración con Editorial Amargord en España.
Su labor fue reconocida en 2020 al recibir el Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría en la categoría de ensayo, otorgado en virtud de esta obra.
CON TUS PIES DESNUDOS
No traigas
de esa hambre a mi cuerpo.
No le des
más aplomo
a la oscuridad en mis días
si no te huelo.
No me hables tarde, no desahucies
mi viaje.
No entres,
por favor,
a mis palabras
con tus pies desnudos.
ME QUEDO CALLADO
Escribe por ahí
corazón
hay arrestos
el cuerpo zarpa
pero jamás regresa.
Una multitud
se asemeja
a tus soles
bien formados,
unívocos.
Las sombras del tatuaje,
sus nombres
mal hábidos
escritos
tal vez en otros juegos.
debimos decir
amor
mercado
luz.
Escarbar la norma
de la palabra
en la matrícula
de una embarcación
que se pierde
breve
en la bruma.
Cosas que
pasaron por el aire:
las leyes
de la dinámica animal.
el juego de la faz
de la tierra
La física de tu voz.
Tus sombras.
JANIS EN MI TARDE
Janis,
dame ese sonido desgarrador
en el que te quejabas de la tarde, y tan siquiera cantabas
el asomo de un caballo de mar que se desbocaba por la hierba en tus caderas.
Janis,
son extraños los girasoles que crecen
en la nieve.
Hoy no ha salido el sol
y tengo frío.
Has venido, por fin,
a llevarte «un pedazo de mi corazón».
Cantá hacia abajo,
para que la sal de tus gritos derrita el hielo
que se duerme en mis manos.