Poetas Nuestros: Marianela Tortós Albán

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Poetas Nuestros: Marianela Tortós Albán

(San José, 1967). Secretaria Ejecutiva Bilingüe, Técnica en administración de Empresas y Técnica en Salud Ocupacional, de profesión.

Promoción Cultural

Ha promovido y colaborado en la promoción de intercambios poéticos nacionales e internacionales, incluyendo el Encuentro Internacional “Poetisas en Paraíso” realizado en Paraíso de Cartago en julio de 1999, con la participación de poetas de siete países.

Encuentros

  • Mujeres Poetas en el País de las Nubes en Oaxaca, México.
  • Poetisas en Paraíso. Paraíso, Cartago, Costa Rica.
  • El poeta y el medio ambiente.

Talleres

  • Círculo de Poetas Costarricenses.
  • Taller literario Poiesis.
  • Portal Literario Hojas sin Tiempo.

Ha publicado:

  • Mar de día – Mar de noche, Mas siempre Mar (2016)
  • El libro de mis mentiras (2020)

Poemario inédito y de autor

  • ¿Porqué del llanto?
  • La duda reparable
  •  “Silencios de gaveta
  • Poemas de ausencia para un hombre de viento y madera
  • Los círculos
  • Las luces del camino (mini pensamientos de aprendizajes en la vida)
  • “Cuadernillo de poemas
  • La llama triple
  • Árbol de tus manos

Su Obra

Naciendo

Respiraba el latido

como si la vida asumiera su responsabilidad

de semilla ilimitada.

Todo se inundaba

del pulso infinito de la savia,

del número indecible de todas las raíces

y misterios debajo de la niebla.

Yo iba muriendo

-que era naciendo detrás del ocaso-

como un camino ruidoso e incauto.

Yo iba muriendo

el universo giraba sobre el ala

y sobre la mirada de algo

como el botón redimido en el color.

Yo moría y moría detrás del sol.

Sin Dolor

Tras la sombra del pétalo

-como si el entusiasmo muriera-

vamos todos balbuceando la vida

en un camino lento a la introspección de la lluvia.

Y cuando ya todo es húmedo

más allá de la lágrima y el viento,

cosechamos amuletos para morir menos,

y damos el brinco de huracán

que renueva todo…

Somos una raza esquiva al dolor.

Hacemos confeti para reventar

los cielos empañados

y vertemos diluvios en los cauces

mortuorios de las luces mudas.

Amo ser humana;

como decir amo el mar

y su infinitud de azul y sal amalgamadas en misterios.

Amo ser humana;

me amo y te amo bajo las estrellas

de este círculo imperfecto,

verde, tormentoso y conclusivo

que es nuestra madre Tierra.

Mañana alcanzaremos la muerte

superada de raíz y hecha sombra tras el pétalo.

Allí germinaremos un abrazo,

tan abrazo y plenitud,

que ya ni el ojo,

-maravilla de la vida explotando la vida-

ocupará abrirse ante el sol

porque seremos Luz y sombra en la mirada.

Muerte a este Poema

Hoy me arranco este poema.

Ya no lo soporto a mis espaldas.

A la vida le ha sobrado mi nombre

igual que algunos soles

que mejor murieran.

Tomaré, como nunca lo hago,

el vino evaporado de mis venas

para declararle el amor

a sus alas de huracán vencido.

Yo no he caído antes

a más abismos que mis versos.

Por eso desgarro,

pisoteo,

muerdo enardecida

este poema absurdo

de piedras decadentes

que asfixié en el temascal

de mis augurios.

Que sangre y muera…

que muera este poema

que entierro hoy abierto

con mi sangre y con mis versos

para morir contigo.

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